La persona tras los cordeles

Hola! Me llamo Azahara y soy la persona que hay detrás de la Cangrejita Tejedora. Me gustaría contarte un poco de mi historia.

Toda mi vida he estado rodeada de personas que se dedican a diferentes tipos de artesanía. Lo que me llevo hace muchos años a pensar "Yo de mayor quiero ser artesana". A medida que fui creciendo, este pensamiento fue cobrando más fuerza, ya que, me encanta el contrapunto que ofrece la artesanía a estos tiempos locos dónde todo es de usar y tirar e impera la mentalidad de vivir rápido, obtener lo que queremos instantáneamente... Y que nos lleva a valorar poco o nada las cosas y los procesos que hay que seguir para elaborarlas.

Así que aprovechando un bache en mi vida, decidí darle la oportunidad a este proyecto textil, sostenible y ético. Porque, en mi opinión, hoy en día dedicarse a la artesanía es un acto revolucionario, ya que, ayuda a limitar ciertos desenfrenos que estamos viviendo, sobre todo en la industria textil.

Los hilos que dieron vida a la cangrejita

Por suerte mi madre sabe coser, porque hace muchos años que empecé a hacerme mi propia ropa, ya que, al no tener un cuerpo normativo, poder vestir como yo quería era casi imposible. De esta dolencia nació la idea de hacer una marca de ropa basada en medidas en vez de en tallas para combatir este estigma social.

Por otro lado, he crecido viendo tejer a mi tía y a mi tía-abuela y aunque me encantaba nunca tuvimos la paciencia o el tiempo para que pudiera aprender de ellas. Pero por cosas de la vida, hace unos 10 años, cuando volví de un viaje una amiga me recomendó que hiciera crochet para poder controlar el pulso. Fue ella quién me enseñó las pautas básicas y ahí nació, mi enamoramiento por el crochet.

Para mi sorpresa, cuando la gente empezó a ver las cosas que creaba, gustaban. Así que fue el impulso que me llevó a aprender más técnicas, leer patrones, investigar materiales y cual es la mejor manera de usarlos.

Toda mi vida he estado relacionada con la artesanía, cuando decidí dedicarme a esto tuve la suerte de encontrarme por Instagram un perfil de markets virtuales que me vino como anillo al dedo. Ese fue mi primer gran salto fuera de mi zona de confort y mi círculo íntimo.

Esta experiencia me llevó a darme cuenta que de verdad tenía algo que ofrecer. Había encontrado una manera de ayudar a otras personas que, como yo, tienen dificultades para encontrar ropa que: de verdad las represente, les quede como una segunda piel, tengan una ética, sean sostenibles...
Así que decidí luchar por ello y empecé mi búsqueda. Llamé por teléfono, mande mails, visité algunas asociaciones presencialmente... Y por casualidades de la vida o señales del destino, dónde obtuve respuesta siempre me dijeron cosas como "Ponte en contacto", "Por qué no llamas", "Escríbe a los de 'Mijas'".

Está claro, ¿no? Les escribí y me encontré con unas personas encantadoras, dispuestas a ayudar. Después de pasar el proceso de selección puedo decir orgullosa que desde 2023 pertenezco a la Asociación Artesanal de Mijas. La integramos personas y artesanías muy variaditas. Si quieres saber cuanto de variada, pincha aquí.